hermosa, inteligente y brutalmente sincera: Irene Gruss
de la tienda,
el olor a pintura del mejor cuadro del
museo,
la raíz del pasto inglés
todavía no cortado, o apenas raspado
por la más suave zapatilla,
y aún no logro decidir
que soy una mujer ambiciosa,
podría estar sin trepar
a la más grande columna griega,
al árbol más antiguo
-todo es cuestión de ambicionar
arquitectura
y no colores, no raíces,
óleos a la luz del sol?
Irene Gruss
de El mundo incompleto (1987)
gracias fernanda; siempre un gusto leer a irene gruss. Abrazos desde rio gallegos.
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