-A una mujer que espera madurar y casarse.
A un invertido que odia el trabajo masculino.
A un débil que solo puede ejercer su poder al amparo de celadores, regentes, rectores y supervisores de colegios, preferentemente religiosos.
A un loco.
A un hijo de profesor de Filosofía que quiere seguir los enclenques pasos de su padre.
A un subversivo que vistiendo la blanca piel del saber busca apañar su oscura personalidad marginal y asesina.
A un necio y a un idiota.
Rodolfo Fogwill
me inclino por las dos últimas respuestas
ResponderEliminaryo soy la necia
ResponderEliminarA un subversivo que vistiendo la blanca piel del saber busca apañar su oscura personalidad marginal y asesina.
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